El caviar de trucha es uno de los tipos más pequeños de caviar rojo, con cada huevo midiendo aproximadamente 3 mm de diámetro. Presenta una piel delicada y un color rojo-anaranjado brillante. Su sabor es suave y delicado, sin amargor ni sabores desagradables, ya que no contiene conservantes. El contenido de sal es solo del 1,6%. Este es el caviar que nuestras madres y abuelas solían comprar para ocasiones especiales, para deleitar a la familia. Los clásicos sándwiches con mantequilla o queso siempre son apropiados. Sin embargo, no te limites a estas ideas; deja volar tu imaginación. El caviar de trucha se puede utilizar en una variedad de platos: rollos, rellenos de panqueques, pasta, y también puede añadirse a salsas, sopas y ensaladas. El caviar se elabora a partir de trucha finlandesa criada en granjas, garantizando un producto de la más alta calidad. Durante la producción, el caviar pasa por varias etapas de limpieza, se sala, se empaca en contenedores y luego se somete a congelación acústica. Como resultado, al descongelarse, conserva su sabor fresco y permanece seco y nutritivo, llegando a tu mesa sin pérdida de calidad. Descongelar durante 8-10 horas a una temperatura de 0 - +4 °C